
La música
tiene tres vías para ser disfrutada. Una es la física: seguir el ritmo,
bailar. Otra es irracional y tiene a ver con como nos afecta
emocionalmente. Y la tercera es intelectual, porque la música no deja de
ser un juego de referencias. Por eso, cuando alguien dice “tal banda
son los nuevos tal” debes pensar “mierda”, porque te están robando las
parte más divertida del juego. O peor, porque la banda en cuestión sólo
tiene una referencia. Qué cosa más llana, no?
Con los chicos de Fred Secret eso no pasa, son melómanos. Una semana
pueden estar escuchando lo que sea pero, seguramente, la siguiente ya
estarán con otra cosa. Desde los 50 hasta la actualidad, de todo.
Además, son seis y no es sencillo ponerse de acuerdo en estar escuchando
lo mismo; por lo menos, no siempre. Por eso su primer single suena a
todo y a nada. Encontrarás trazas de country, de la Velvet, de la
Creedence, de Fleetwood Mac, de los Feelies, de los Smiths, de Richard
Hawley, de Wave Pictures,…
Es la suerte de montar una banda cuando ya estás madurito. Cuando tienes
16 años has escuchado quince discos y las ganas de inmolarte sobre un
escenario tiene lo suyo. Pero la madurez es la madurez. Los miembros de
Fred Secret ya han hecho el aprendizaje en otras bandas. Que si sixties,
que si hardcore, que si…
Están por lo que tienen que estar, para ensayar cada semana y para
redondear canciones. Para que las tres guitarras formen trenzas
perfectas, para cuadrar la batería y el bajo, para encontrar la
inflexión de voz adecuada. En definitiva, para cuadrar el círculo y
cerrar la estructura de la canción.
Como si no podrían haber hecho un single con dos caras A. Porque
“Nòrdics” será la más radiable, la más pop, la que empieza con una
declaración contra los tópicos tan sencilla como efectiva (“no todos los
nórdicos juegan a tennis”), mientras piensas que quizás sí que suena a
pop sueco. Pero es que “Joan Cremades” es otro pepino, trepidante y
tensa, con un juego de guitarras memorable y esa letra inspirada en un
cuento de Jesús M. Tibau. Pues sí, para conseguir que no disfrutemos con
singles como este, grabado con amplis de válvulas y editado en vinilo
7”, “tendrán que pasar por encima de nuestro cadáver”.